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Submarinos Alemanes en la Gran Guerra: 1914- 1918 / Cristino Castroviejo Vicente

Por: Castroviejo, CristinoTipo de material: TextoTextoIdioma: Español Idioma del resumen: Español Detalles de publicación: Madrid, España: Almena Ediciones; 2004. Edición: PrimeraDescripción: 523 páginas. Ilustraciones. 17 x 24 centímetros.Tipo de contenido: texto Tipo de medio: sin medio Tipo de portador: volumenISBN: 8496170101Tema(s): SUBMARINOS | PRIMERA GUERRA MUNDIAL | HISTORIA NAVAL
Contenidos:
I. Un luto innecesario. II. "Gott strafe England". III. Primera ofensiva. IV. El Mediterráneo 1915. V. "U-Boote versus Q-Ships". VI. "Fase crepuscular". VII. Nuevas misiones. VIII. El Mediterráneo 1916. IX. Tácticas y armas. X. Spurlos Versenkt. XI. El triunfo del convoy. XII. La lucha por el Mediterráneo. XIII. Viribus unitis. XIV. La última ofensiva. XV. Gegen Amerika. XVI. Derrota en el Mediterráneo. XVII. Götterdämmerung. Apéndices
Resumen: Cuando en 1914 estalló la Gran Guerra todas las grandes marinas del Mundo disponían de sumergibles. Se trataba de unidades cuyo tamaño, armamento, velocidad, autonomía y seguridad no despertaban ningún entusiasmo entrelos estrategas navales. En todos aquellos países que contaban con submarinos, su empleo estaba circunscrito a la defensa de las bases propias. Alguien los denominó "torpederos diurnos", debido a su capacidad de atacar sumergidos durante las horas de luz, a diferencia de los torpederos de superficie, cuya vulnerabilidad restringía su empleo a la noche. Sólo un pequeño grupo de marinos con visión de futuro comprendió el enorme potencial que tenáin los submarinos en un cometido que era menospreciado por la doctrina imperante: la guerra de corso. Pese a que muy pronto los sumergibles se anotaron algunos éxitos espectaculares contra navíos de guerra de superficie, sería la destrucción del tráfico marítimo del enemigo la tarea en la que se mostrarían más efectivos. En el momento en el que Alemania se enfrentó ante una insoluble situación de bloqueo militar y económico, los submarinos parecieron la solución del problema. Lanzados a la batalla en cantidades crecientes y atacando sin restricciones a los cargueros, enemigos y neutrales, que llevaban los recursos y materias que precisaban los aliados en cantidades ingentes para alimentar aquel monstruoso conflicto, estuvieron a punto de conseguir, por sí solos, la victoria en la primavera y el verano de 1917. Sin embargo, este despiadado tipo de guerra acabó por enfrentar a los "Imperios Centrales" con casi todo el Mundo.
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Incluye bibliografía

I. Un luto innecesario. II. "Gott strafe England". III. Primera ofensiva. IV. El Mediterráneo 1915. V. "U-Boote versus Q-Ships". VI. "Fase crepuscular". VII. Nuevas misiones. VIII. El Mediterráneo 1916. IX. Tácticas y armas. X. Spurlos Versenkt. XI. El triunfo del convoy. XII.
La lucha por el Mediterráneo. XIII. Viribus unitis. XIV. La última ofensiva. XV. Gegen Amerika. XVI. Derrota en el Mediterráneo. XVII. Götterdämmerung. Apéndices

Cuando en 1914 estalló la Gran Guerra todas las grandes marinas del Mundo disponían de sumergibles. Se trataba de unidades cuyo tamaño, armamento, velocidad, autonomía y seguridad no despertaban ningún entusiasmo entrelos estrategas navales. En todos aquellos países que contaban con submarinos, su empleo estaba circunscrito a la defensa de las bases propias. Alguien los denominó "torpederos diurnos", debido a su capacidad de atacar sumergidos durante las horas de luz, a diferencia de los torpederos de superficie, cuya vulnerabilidad restringía su empleo a la noche. Sólo un pequeño grupo de marinos con visión de futuro comprendió el enorme potencial que tenáin los submarinos en un cometido que era menospreciado por la doctrina imperante: la guerra de corso.

Pese a que muy pronto los sumergibles se anotaron algunos éxitos espectaculares contra navíos de guerra de superficie, sería la destrucción del tráfico marítimo del enemigo la tarea en la que se mostrarían más efectivos. En el momento en el que Alemania se enfrentó ante una insoluble situación de bloqueo militar y económico, los submarinos parecieron la solución del problema. Lanzados a la batalla en cantidades crecientes y atacando sin restricciones a los cargueros, enemigos y neutrales, que llevaban los recursos y materias que precisaban los aliados en cantidades ingentes para alimentar aquel monstruoso conflicto, estuvieron a punto de conseguir, por sí solos, la victoria en la primavera y el verano de 1917. Sin embargo, este despiadado tipo de guerra acabó por enfrentar a los "Imperios Centrales" con casi todo el Mundo.

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