Manuel Belgrano : el hombre del Bicentenario / Felipe Pigna.

Introducción: Belgrano, el hombre del Bicentenario

El joven Manuel ilustrado: Un bautismo tradicional e ilustrado -- De la Liguria al Plata -- Familia numerosa -- Un hogar muy religioso -- El barrio de Belgrano -- Las chicas Belgrano -- Los varones de la casa -- La Buenos Aires virreinal -- Quejas contra "el Colegio" -- La Capital -- Lo que Salamanca non presta -- Miguel de Unamuno nos habla de Belgrano en Salamanca -- En la España despótica ilustrada -- En nombre del padre -- Leyendo libros prohibidos -- Literatura subversiva -- Entre fisiócratas y liberales -- En busca de una profesión -- Una designación alucinante

El programa económico, político y social de Manuel Belgrano: El Consulado de Buenos AIres -- Rodeado de hombres que por sus intereses particulares posponían el del común -- No les daba el cuero -- Sembrando tempestades -- Juan José Castelli, primo y aliado de Belgrano -- Cerviño y Escalada, dos olvidados -- Pesares y dolores -- Educación ilustrada y popular -- Quien quiera oír que oiga -- La igualdad de la mujer -- El primer proyecto de enseñanza estatal, gratuita y obligatoria -- Algo más que "Memorias" -- La riqueza de estas naciones -- La agricultura como base de la economía -- La importancia de la estadística -- La reforma agraria -- En defensa de los trabajadores del campo -- Contra el fetichismo de la moneda -- El primer defensor de la industria -- Contra la concentración de la propiedad en pocas manos -- Cambatiendo la desigualdad -- Pionero del cuidado del medio ambiente -- La Escuela de Dibujo -- El sueño de una marina mercante local -- La obra pública y sus detractores -- El déspota no quiere ilustrados -- Una síntesis del programa belgraniano a través de su obra en el Consulado -- Nuestro primer periodísta -- El Telégrafo Mercantil, Político-económico e Historiográfico del Río de la Plata -- Lectores y anunciantes -- El doctor Buñuelos -- La primera censura -- Una delantera de lujo: Vieytes, Cerviño y Belgrano

Un monárquico subversivo: Una de piratas -- Un plan para humillar a España -- Un espía irlandés en la Buenos Aires colonial -- Trafalgar, Austerlitz, el Cabo, Buenos Aires -- No bombardeen Buenos Aires -- Ni más patria, ni más rey, ni más religión que el interés propio -- De cuando empezaron a escaparse las tortugas -- Belgrano militar -- El arte de la guerra -- Palabras cruzadas -- Los cálculos de los hombres -- Una corte ambulante -- Ya que estamos -- La farsa de Bayona y el drama de España -- La intriga no es solo brasilera -- Goyeneche, nada que ver con el Polaco -- La reina del Plata -- Los "carlotistas" porteños -- Un republicanismo muy particular -- Cuando un castellano y un americano se pusieron a dialogar -- Una subversión monárquica -- La gatita Carlota -- Los argumentos de Castelli -- Sur, asonada y después -- Nuestro primer 25 de Mayo -- La debida desobediencia -- Los conspiradores --La antorcha de la revolución -- Las contradicciones de Cisneros -- Ahora me van a tener que escuchar -- El Correo de Comercio -- Abandonando la pereza -- Los hermanos sean unidos -- La maravillosa música -- La importancia estratégica de China y la importancia vital del mercado interno -- Belgrano y la libertad de prensa -- Fomentando el mutuo apoyo y el cooperativismo -- Protegiendo a la industria nacional

Un monárquico subversivo: Una de piratas -- Un plan para humillar a España -- Un espía irlandés en la Buenos Aires colonial -- Trafalgar, Austerlitz, el Cabo, Buenos Aires -- No bombardeen Buenos Aires -- Ni más patria, ni más rey, ni más religión que el interés propio -- De cuando empezaron a escaparse las tortugas -- Belgrano militar -- El arte de la guerra -- Palabras cruzadas -- Los cálculos de los hombres -- Una corte ambulante -- Ya que estamos -- La farsa de Bayona y el drama de España -- La intriga no es solo brasilera -- Goyeneche, nada que ver con el Polaco -- La reina del Plata -- Los "carlotistas" porteños -- Un republicanismo muy particular -- Cuando un castellano y un americano se pusieron a dialogar -- Una subversión monárquica -- La gatita Carlota -- Los argumentos de Castelli -- Sur, asonada y después -- Nuestro primer 25 de Mayo -- La debida desobediencia -- Los conspiradores --La antorcha de la revolución -- Las contradicciones de Cisneros -- Ahora me van a tener que escuchar -- El Correo de Comercio -- Abandonando la pereza -- Los hermanos sean unidos -- La maravillosa música -- La importancia estratégica de China y la importancia vital del mercado interno -- Belgrano y la libertad de prensa -- Fomentando el mutuo apoyo y el cooperativismo -- Protegiendo a la industria nacional

Cerca de la Revolución: Mayo en Buenos Aires -- El pañuelito blanco -- Belgrano protagonista de la Revolución de Mayo -- Cuando Manuel perdió la compostura -- La Junta subversiva -- Llenar las esperanzas de los conciudadanos -- Elogio de la locura -- Las necesidades de la guerra -- Los senderos que se bifurcan -- Santafesinos y entrerrianos de ley -- Doña Gregoria -- Que cese el sistema de latrocinio -- Corrientes porá -- Un documento revolucionario -- El cruce del Alto Paraná -- Paraguarí -- Los libros y la noche -- Reflexiones sobre la política y la guerra -- Tacuarí: una derrota convertida en empate -- De aquí para allá -- ¿Dónde están los muchachos de entonces? -- Belgrano en el banquillo de la ingratitud -- Mis cortos conocimientos -- Todo por unas mechas -- La muerte de su querido primo y compañero -- El día de la escarapela -- No hagas bandera

El general en el Norte: El año 12 -- Las ruinas del Ejército del Norte -- La salud de los enfermos -- Los pesares económicos de Goyeneche, el "reconquistador de América" -- Contra los hombres de nada -- Las heroicas Madres de Cochabamba -- Un médico de moribundos -- Subordinación y valor -- Un sermón para el señor obispo -- Contra las mentiras de la prensa -- El heroico éxodo del pueblo jujeño -- Un bando extraordinario -- El caudillo revolucionario -- Con Rivadavia se puede escribir sin borronear -- Victoria del "Ejército Chico" en Las Piedras -- La desobediencia debida -- La gloria en Tucumán -- Una victoria con consecuencias políticas -- Los honores y la lucha -- La interna -- A solas con Washington -- Triunfo en Salta, la linda -- La recompensa de los patriotas -- Dando lecciones prácticas de patriotismo y honestidad -- Las escuelas de Belgrano -- Sobre la sexualidad de Belgrano -- Pedro Pablo Rosas y Belgrano -- Vilcapugio y Ayohuma -- La madre de la patria -- Las Republiquetas -- El general y la fiebre -- "Aunque sea en clase de soldado" -- El comienzo de una gran amistad -- Lunita tucumana -- De Tucumán a Luján -- La vida de los hombres públicos

Entre príncipes e incas: Fernando y los persas -- El incorregible rebaño americano -- Restauración y reconquista -- El Directorio al borde de un ataque de nervios -- Nuestra "aliada" Gran Bretaña -- Los "consejos" de lord Strangford -- Misión imposible -- Las preocupaciones de Belgrano -- Instrucciones para llorar -- Échale la culpa a Río -- La dictadura de Alvear -- El paciente inglés -- Nada personal -- Carnaval en Río -- Éramos pocos y llegó "el patriota" García -- Peor el remedio -- El último en enterarse -- Un documento revelador -- Último barco a Londres -- Napoleón y la prensa -- Day tripper -- Robo para la Corona -- El negocio de Italia -- Un amor en Londres -- Tribulaciones, lamentos y ocaso de un tonto rey imaginario, o no -- Noticias de ayer -- Secuestro sensacional -- Duelo en Londres -- A dónde pagó el Conde -- El 38 -- Volver -- Un rey Inca -- ¿Quién era el candidato a rey inca de las Provincias Unidas?

Los males de la Patria: Buenos Aires y el país -- Los furores de la injusticia -- Camino a Tucumán -- Pueyrredón y Tucumán -- Juana Azurduy, modelo de lucha -- El harén de Rondeau -- El padre de los pobres -- La venganza y el exterminio de nuestros liberticidas -- Los progresos de la chismografía -- Nobleza gaucha -- Estoy sin un medio, estoy sin un recurso -- Si llega a ser tucumana -- Manuela Mónica -- El egoísmo de los particulares -- La guerra civil -- El general tiene a quién escribirle -- El armisticio de San Lorenzo -- Contra la rapiña y el saqueo -- Males sobre males -- La debacle del Directorio -- Un final con penas y olvido -- La venganza de Sarratea -- Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias -- Ni la paz de los cementerios

Resumen: La historia oficial relegó a Manuel Belgrano al pael de "creador de la bandera nacional", a tal punto que hasta en el calendario la fecha de su muerte quedó asociada al símbolo patrio. Fue la forma de ocultar, por mucho tiempo, el pensamiento y la acción de uno de los más lúcidos innovadores y revolucionarios de nuestra historia. En esta obra, Felipe Pigna aborda el estudio integral de la agitada vida de Belgrano, tanto en lo público como en lo privado y familiar. Además de sus facetas más conocidas como protagonista de la Revolución de Mayo y general de la Independencia, aparecen con gran relevancia en estas páginas los aspectos menos divulgados: su ideario progresista y las incontables batallas que libró para llevarlo a la práctica.

La historia oficial relegó a Manuel Belgrano al pael de "creador de la bandera nacional", a tal punto que hasta en el calendario la fecha de su muerte quedó asociada al símbolo patrio. Fue la forma de ocultar, por mucho tiempo, el pensamiento y la acción de uno de los más lúcidos innovadores y revolucionarios de nuestra historia. En esta obra, Felipe Pigna aborda el estudio integral de la agitada vida de Belgrano, tanto en lo público como en lo privado y familiar. Además de sus facetas más conocidas como protagonista de la Revolución de Mayo y general de la Independencia, aparecen con gran relevancia en estas páginas los aspectos menos divulgados: su ideario progresista y las incontables batallas que libró para llevarlo a la práctica.