La guerra de los Bóers : de Londres a Ladysmith vía Pretoria. La marcha de Ian Hamilton / Winston S. Churchill

Donación del Sr. Dario Barral

ÍNDICE -De Londres a Ladysmith I Rumbo al sur. II La situación del juego. III En la frontera sur. IV En Natal. V Patrulla en el tren blindado. VI Cañones lejanos. VII El destino del tren blindado. VIII Prisioneros de guerra. IX En los campamentos holandeses. X Cautivos de los afrikaners. XI Me escapo de los bóers. XII De vuelta a las líneas británicas. XIII Navidad y año nuevo. XIV Una maniobra militar y algunas buenas noticias. XV La rápida batalla por el transbordador de Potgieter. XVI El banco de la arena de Trichardt y el asunto de Acton. Homes. XVII La batalla de Spion Kop. XVIII Cinco días de lucha continuada. XIX Un nuevo esfuerzo y un capellán militar. XX El combate de Vaal Krantz. XXI La colina del húsar. XXII El enfrentamiento en Monte Cristo. XXIII El paso del Tugela. XXIV La batalla de Pieters: el tercer día. XXV El día de Majuba. XXVI La liberación de Ladysmith. XXVII Después del asedio. -La marcha de Ian Hamilton I Corresponsal móvil. II El fin del general Gatacre. III A medio camino. IV Dos días con Brabazon. V Dos días con Brabazon (continuación) VI El episodio de Dewetsdorp. VII La marcha de Ian Hamilton. VIII Ian Hamilton. IX La batalla de Houtnek. X El ejército del flanco derecho. XI Lindley. XII Cuestiones referentes a un convoy bóer. XIII La batalla de Johannesburgo. XIV La caída de Johannesburgo. XV La captura de Pretoria. XVI "Capturado por el enemigo". XVII La batalla de la colina del Diamante. Apéndice: Composición de las fuerzas del teniente general Ian Hamilton.

RESUMEN Los primeros disparos de la guerra de los Bóers sonaron en Kraaipan, Suráfrica, el 12 de octubre de 1899. Pocas horas después, un Winston Churchill de 25 años, acreditado como corresponsal de guerra para el Morning Post zarpó de Southampton a bordo del Dunottar Castle rumbo a Ciudad del Cabo. Durante los ocho meses siguientes envió regularmente sus crónicas de guerra, en las que Churchill optó por un enfoque personal y, en lugar de ofrecer una visión general del conflicto, se centró en sus experiencias personales (entre ellas, su captura, encarcelamiento y posterior huida de una presión de Pretoria que le hicieron popular ante la opinión pública inglesa). Pero de sus impresiones y vivencias emerge una imagen intensa y dramática de las condiciones en las que se combatió y de los problemas que encontró el inexperto ejército inglés enfrentado al a resistencia decidida y tenaz de los bóers. Sus impresiones se reimprimieron después en forma de libro bajo los títulos De Londres a Ladysmith via Pretoria y La marcha de Ian Hamilton y que en esta ocasión se publican juntos.